COEDUCACIÓN Y FAMILIA

La educación es uno de los pilares básicos de socialización, por lo que es allí donde debemos prestar especial atención a la educación en igualdad, pues ésta es un principio ético imprescindible para enriquecer nuestro desarrollo personal y social, ya que es imposible lograr una educación integral y la formación en valores si perpetuamos situaciones que discriminen, excluyan o invisibilicen a las mujeres.

Las personas que desarrollamos proyectos de coeducación en los Centros educativos sentimos la necesidad de implicar a las familias, pues es muy difícil coeducar sin contar con ellas. 

La familia es la que funciona como modelo de transmisión de valores, actitudes y formas de ser y estar en el mundo, por lo que se hace esencial la coherencia entre el discurso escolar y lo que transmite la familia.

Como primer espacio de socialización, el núcleo familiar es el lugar en el que aprendemos qué significa ser hombre o mujer: qué roles, qué tareas y responsabilidades, qué lugares, podemos ocupar unas y otros; pero también cómo hemos de expresarnos, qué sentir, cuáles deben ser nuestros sueños y proyectos de vida, según seamos chicos o chicas.

Por ejemplo, ¿qué sentido tiene hablar en el aula de la corresponsabilidad en el hogar si lo que veo en casa es que siempre lo hace todo mi madre? O ¿qué consecuencias tiene trabajar en clase el tema del diálogo como método de resolución de conflictos si en casa se imponen las normas a gritos? O ¿por qué trabajar con contenidos no sexistas si en casa me leen los cuentos tradicionales llenos de estereotipos?

Es en este sentido en el que consideramos que la relación familia-escuela es esencial, pues si bien la familia no condiciona totalmente la forma de pensar, sí es verdad que si aunamos esfuerzos, el resultado a la hora de formar en igualdad a nuestros hijos e hijas será mucho mayor.

Educación en familia. (2011). Coeducación: relación Familia - Escuela. Descargado de  http://www.familias.apoclam.org/coeducacion-relacion-familia-escuela.html